martes, 7 de diciembre de 2010

Buen partido

Rozaba la perfección. Educado, amable, cariñoso, gentil, acomodado, bien situado, sin ataduras y encima, alto, bien parecido, elegante... el marido perfecto. Sólo le encontraba un inconveniente, pensó mientras le dirigía otra ojeada a su estática figura dentro del ataúd.

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