viernes, 12 de noviembre de 2010

Estudios literarios


Estábamos tan embebidos en la polémica que no nos dimos cuenta de que el fuego nos rodeaba hasta que fue demasiado tarde. Entonces, ante la imposibilidad de hacer nada, racionalmente, seguimos intercambiando nuestros puntos de vista, en realidad, exponiendo yo mi argumentación clara y terminante que daba fin a toda controversia mientras las llamas nos consumían.
Todo comenzó hace dos días, cuando el canapé y yo diferimos en la importancia real de unos autores y lo que su fama debía a las circunstancias políticas de su muerte. Me refiero, claro es a Lorca, Hernández y Machado.
Estuvimos hasta altas horas exponiendo nuestros pareceres, y continuábamos esta noche ─durante el día mi trabajo me lleva lejos de casa─ cuando yo explicaba un argumento brillante que marcaría la historia literaria de manera definitiva y además destruiría toda la petulancia del canapé.
El fuego lo ha hecho inútil. Otra gran pérdida para el saber humano.

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