jueves, 4 de noviembre de 2010

Lucy

Cuando despertó, comprobó que tenía casi todo el cuerpo cubierto de pelo. Un pelo que en realidad, solo desaparecía en las palmas de las manos. No pareció preocuparle. Era recogidita y proporcionada. La verdad es que tenía bastante éxito entre los individuos del sexo opuesto, y las mujeres murmuraban envidiosas a su paso.
Después de arrojar una mirada cariñosa a sus retoños que descansaban en el fondo y comprobar que ellos permanecerían durmiendo algo más, salió de su morada desperezándose y tras satisfacer las necesidades perentorias, se dirigió a procurarse algo de alimento para el desayuno.
No llegó muy lejos. Una avalancha la sepultó a escasos metros de su domicilio. Toneladas de piedras y barro acabaron con su vida.Cuando tres millones de años más tarde la encontraron, a los científicos no pareció importantes lo más mínimo que estuviese o no recubierta de pelo.

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